El intendente Guillermo Montenegro confirmó medidas de emergencia ante la crisis energética provocada por la ola polar. La prioridad es garantizar el suministro a hospitales, clínicas y geriátricos.
Las autoridades decidieron suspender las clases en todos los niveles educativos durante toda la jornada del jueves. A esto se sumó la decisión de limitar el funcionamiento de bares, restaurantes y locales gastronómicos por la noche. Algunos cerraron completamente, mientras que otros trabajaron con servicios reducidos, utilizando cocción eléctrica o leña.
Desde Camuzzi Gas Pampeana, empresa distribuidora en la región, advirtieron que el sistema “no está recibiendo los volúmenes de fluido y presión necesarios”, lo que generó interrupciones del servicio en distintos barrios. Además, pidieron a los vecinos no manipular los medidores y esperar la intervención del personal técnico.
A última hora del miércoles, el municipio reunió al Comité de Crisis y definió una serie de restricciones que buscan priorizar el consumo en clínicas, hospitales y geriátricos. Se trata de una respuesta ante la fuerte caída de presión que afecta a miles de viviendas.